“Digamos que hablamos de enseñar”

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Querido frío, no todos tenemos a quien abrazar, así que no te emociones




Tengo frío. La noche es gélida, mis sentimientos son escarcha… Me vuelvo fría. Mis lágrimas caen heladas, enfriándome los pómulos sonrojados a causa del frío. Hace tanto frío…
Tus brazos no están aquí para darme calor, tus manos no aferran las mías, tus labios no sellan mi boca reteniendo el aliento cálido en mi… hace tanto frío sin ti…
Una vez oí de palabras sabias que el tiempo cura el dolor. Pero, el tiempo cura el frío que me hace sentir tu ausencia?? Curará que mis lágrimas hayan perdido todo sabor a sal de tanto recordarte en un llanto eterno?? Me curará a mí de sentirme tan desgraciada en una noche tan gélida??
No.
Tengo miles de nudos en la garganta, no puedo hablar, sentir, ni vivir… tengo un nudo en el alma. Un nudo que lleva tu nombre y que me repite sin cesar que te amo.
Duele, duele mucho… duele tanto que mis lagrimas lloran… pero yo no puedo hacer nada. Te he mostrado un camino de faroles, recto y hermoso. No fácil, pero si bello. Te he mostrado el camino que recorre mi esperanza, mi ilusión, mi añoranza… mi alma. Un camino al que tu temes… yo también tengo miedo, pero miedo de perderte, miedo de hundirme para siempre en este dolor. Este dolor que continuará, aflojara tarde o temprano, que jamás desaparecerá.
Jamás se evaporará, como el camino de mi alma, el camino que te muestro… ese camino en el cual, en el inicio me encuentro, helada, fría y congelada esperando a que alguien venga a encender uno a uno los faroles que lo recorren y que me harán entrar en calor….

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